1. Booz, por su parte, subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. En eso pasó el pariente redentor que él había mencionado.—Ven acá, amigo mío, y siéntate —le dijo Booz.El hombre fue y se sentó.
2. Entonces Booz llamó a diez de los ancianos de la ciudad, y les dijo:—Siéntense aquí.Y ellos se sentaron.