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Rut 2:8-15 Nueva Versión Internacional (NVI)

8. Entonces Booz le dijo a Rut:—Escucha, hija mía. No vayas a recoger espigas a otro campo, ni te alejes de aquí; quédate junto a mis criadas,

9. fíjate bien en el campo donde se esté cosechando, y síguelas. Ya les ordené a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve adonde están las vasijas y bebe del agua que los criados hayan sacado.

10. Rut se inclinó hacia la tierra, se postró sobre su rostro y exclamó:—¿Cómo es que le he caído tan bien a usted, hasta el punto de fijarse en mí, siendo sólo una extranjera?

11. —Ya me han contado —le respondió Booz— todo lo que has hecho por tu suegra desde que murió tu esposo; cómo dejaste padre y madre, y la tierra donde naciste, y viniste a vivir con un pueblo que antes no conocías.

12. ¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces.

13. —¡Ojalá siga yo siendo de su agrado, mi señor! —contestó ella—. Usted me ha consolado y me ha hablado con cariño, aunque ni siquiera soy como una de sus servidoras.

14. A la hora de comer, Booz le dijo:—Ven acá. Sírvete pan y moja tu bocado en el vinagre.Cuando Rut se sentó con los segadores, Booz le ofreció grano tostado. Ella comió, quedó satisfecha, y hasta le sobró.

15. Después, cuando ella se levantó a recoger espigas, él dio estas órdenes a sus criados:—Aun cuando saque espigas de las gavillas mismas, no la hagan pasar vergüenza.

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