Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Rut 2:10-23 Nueva Versión Internacional (NVI)

10. Rut se inclinó hacia la tierra, se postró sobre su rostro y exclamó:—¿Cómo es que le he caído tan bien a usted, hasta el punto de fijarse en mí, siendo sólo una extranjera?

11. —Ya me han contado —le respondió Booz— todo lo que has hecho por tu suegra desde que murió tu esposo; cómo dejaste padre y madre, y la tierra donde naciste, y viniste a vivir con un pueblo que antes no conocías.

12. ¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces.

13. —¡Ojalá siga yo siendo de su agrado, mi señor! —contestó ella—. Usted me ha consolado y me ha hablado con cariño, aunque ni siquiera soy como una de sus servidoras.

14. A la hora de comer, Booz le dijo:—Ven acá. Sírvete pan y moja tu bocado en el vinagre.Cuando Rut se sentó con los segadores, Booz le ofreció grano tostado. Ella comió, quedó satisfecha, y hasta le sobró.

15. Después, cuando ella se levantó a recoger espigas, él dio estas órdenes a sus criados:—Aun cuando saque espigas de las gavillas mismas, no la hagan pasar vergüenza.

16. Más bien, dejen caer algunas espigas de los manojos para que ella las recoja, ¡y no la reprendan!

17. Así que Rut recogió espigas en el campo hasta el atardecer. Luego desgranó la cebada que había recogido, la cual pesó más de veinte kilos.

18. La cargó de vuelta al pueblo, y su suegra vio cuánto traía. Además, Rut le entregó a su suegra lo que le había quedado después de haber comido hasta quedar satisfecha.

19. Su suegra le preguntó:—¿Dónde recogiste espigas hoy? ¿Dónde trabajaste? ¡Bendito sea el hombre que se fijó en ti!Entonces Rut le contó a su suegra acerca del hombre con quién había estado trabajando. Le dijo:—El hombre con quien hoy trabajé se llama Booz.

20. —¡Que el Señor lo bendiga! —exclamó Noemí delante de su nuera—. El Señor no ha dejado de mostrar su fiel amor hacia los vivos y los muertos. Ese hombre es nuestro pariente cercano; es uno de los parientes que nos pueden redimir.

21. Rut la moabita añadió:—Incluso me dijo que me quede allí con sus criados hasta que terminen de recogerle toda la cosecha.

22. —Hija mía, te conviene seguir con sus criadas —le dijo Noemí—, para que no se aprovechen de ti en otro campo.

23. Así que Rut se quedó junto con las criadas de Booz para recoger espigas hasta que terminó la cosecha de la cebada y del trigo. Mientras tanto, vivía con su suegra.

Leer capítulo completo Rut 2