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Números 5:17-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

17. pondrá agua pura en un recipiente de barro, y le echará un poco de tierra del suelo del santuario.

18. Luego llevará a la mujer ante el Señor, le soltará el cabello y pondrá en sus manos la ofrenda memorial por los celos, mientras él sostiene la vasija con las aguas amargas de la maldición.

19. Entonces el sacerdote pondrá a la mujer bajo juramento, y le dirá: “Si estando bajo la potestad de tu esposo no te has acostado con otro hombre, ni te has desviado hacia la impureza, estas aguas amargas de la maldición no te dañarán.

20. Pero si estando bajo la potestad de tu esposo te has desviado, mancillándote y acostándote con otro hombre

21. —aquí el sacerdote pondrá a la mujer bajo el juramento del voto de maldición—, que el Señor haga recaer sobre ti la maldición y el juramento en medio de tu pueblo, que te haga estéril, y que el vientre se te hinche.

22. Cuando estas aguas de la maldición entren en tu cuerpo, que te hinchen el vientre y te hagan estéril.” Y la mujer responderá: “¡Amén! ¡Que así sea!”

23. »El sacerdote escribirá estas maldiciones en un documento, que lavará con las aguas amargas.

24. Después hará que la mujer se beba las aguas amargas de la maldición, que entrarán en ella para causarle amargura.

25. »El sacerdote recibirá de ella la ofrenda por los celos. Procederá a mecer ante el Señor la ofrenda de cereal, la cual presentará sobre el altar;

26. tomará de la ofrenda un puñado de cereal como memorial, y lo quemará en el altar. Después hará que la mujer se beba las aguas.

27. Cuando ella se haya bebido las aguas de la maldición, y éstas entren en ella para causarle amargura, si le fue infiel a su esposo y se mancilló, se le hinchará el vientre y quedará estéril. Así esa mujer caerá bajo maldición en medio de su pueblo.

28. Pero si no se mancilló, sino que se mantuvo pura, entonces no sufrirá daño alguno y será fértil.

29. »Ésta es la ley en cuanto a los celos, cuando se dé el caso de que una mujer, estando bajo la potestad de su esposo, se desvíe del buen camino y se mancille a sí misma,

30. o cuando al esposo le dé un ataque de celos y sospeche de su esposa. El sacerdote llevará a la mujer a la presencia del Señor y le aplicará esta ley al pie de la letra.

31. El esposo quedará exento de culpa, pero la mujer sufrirá las consecuencias de su pecado.»

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