Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Números 16:25-34 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. Moisés y los ancianos de Israel fueron adonde estaban Datán y Abirán.

26. Entonces Moisés le advirtió a la gente:—¡Aléjense de las tiendas de estos impíos! No toquen ninguna de sus pertenencias, para que ustedes no sean castigados por los pecados de ellos.

27. El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas, y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos.

28. Moisés siguió diciendo:—Ahora van a saber si el Señor me ha enviado a hacer todas estas cosas, o si estoy actuando por mi cuenta.

29. Si estos hombres mueren de muerte natural, como es el destino de todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me ha enviado.

30. Pero si el Señor crea algo nuevo, y hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal forma que desciendan vivos al sepulcro, entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.

31. Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos;

32. se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré.

33. Bajaron vivos al sepulcro, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad.

34. Al oírlos gritar, todos los israelitas huyeron de allí exclamando:—¡Corramos, no sea que la tierra nos trague también a nosotros!

Leer capítulo completo Números 16