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Nehemías 4:2-17 Nueva Versión Internacional (NVI)

2. Ante sus compañeros y el ejército de Samaria dijo:—¿Qué están haciendo estos miserables judíos? ¿Creen que se les va a dejar que reconstruyan y que vuelvan a ofrecer sacrificios? ¿Piensan acaso terminar en un solo día? ¿Cómo creen que de esas piedras quemadas, de esos escombros, van a hacer algo nuevo?

3. Y Tobías el amonita, que estaba junto a él, añadió:—¡Hasta una zorra, si se sube a ese montón de piedras, lo echa abajo!

4. Por eso oramos:«¡Escucha, Dios nuestro,cómo se burlan de nosotros!Haz que sus ofensas recaigan sobre ellos mismos:entrégalos a sus enemigos;¡que los lleven en cautiverio!

5. No pases por alto su maldadni olvides sus pecados,porque insultan a los que reconstruyen.»

6. Continuamos con la reconstrucción y levantamos la muralla hasta media altura, pues el pueblo trabajó con entusiasmo.

7. Pero cuando Sambalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que avanzaba la reconstrucción de la muralla y de que ya estábamos cerrando las brechas, se enojaron muchísimo

8. y acordaron atacar a Jerusalén y provocar disturbios en ella.

9. Oramos entonces a nuestro Dios y decidimos montar guardia día y noche para defendernos de ellos.

10. Por su parte, la gente de Judá decía:«Los cargadores desfallecen,pues son muchos los escombros;¡no vamos a poderreconstruir esta muralla!»

11. Y nuestros enemigos maquinaban: «Les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda.»

12. Algunos de los judíos que vivían cerca de ellos venían constantemente y nos advertían: «Los van a atacar por todos lados.»

13. Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos.

14. Luego de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas, y por sus esposas y sus hogares.»

15. Una vez que nuestros enemigos se dieron cuenta de que conocíamos sus intenciones y de que Dios había frustrado sus planes, todos regresamos a la muralla, cada uno a su trabajo.

16. A partir de aquel día la mitad de mi gente trabajaba en la obra, mientras la otra mitad permanecía armada con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban pendientes de toda la gente de Judá.

17. Tanto los que reconstruían la muralla como los que acarreaban los materiales, no descuidaban ni la obra ni la defensa.

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