Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jueces 9:3-14 Nueva Versión Internacional (NVI)

3. Cuando los hermanos de su madre comunicaron todo esto a los señores de Siquén, éstos se inclinaron a favor de Abimélec, porque dijeron: «Él es nuestro hermano.»

4. Y le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal Berit, con el cual Abimélec contrató a unos maleantes sin escrúpulos para que lo siguieran.

5. Fue a Ofra, a la casa de su padre, y sobre una misma piedra asesinó a sus setenta hermanos, hijos de Yerubaal. Pero Jotán, el hijo menor de Yerubaal, se escondió y logró escaparse.

6. Todos los señores de Siquén y Bet Miló se reunieron junto a la encina y la piedra sagrada que están en Siquén, para coronar como rey a Abimélec.

7. Cuando Jotán se enteró, subió a la cima del monte Guerizín y les gritó bien fuerte:«¡Escúchenme, señores de Siquén,y que Dios los escuche a ustedes!

8. »Un día los árboles salierona ungir un rey para sí mismos.Y le dijeron al olivo:“Reina sobre nosotros.”

9. Pero el olivo les respondió:“¿He de renunciar a dar mi aceite,con el cual se honra a los dioses y a los hombres,para ir a mecerme sobre los árboles?”

10. »Después los árboles le dijeron a la higuera:“Reina sobre nosotros.”

11. Pero la higuera les respondió:“¿He de renunciar a mi fruto,tan bueno y dulce,para ir a mecerme sobre los árboles?”

12. »Luego los árboles le dijeron a la vid:“Reina sobre nosotros.”

13. Pero la vid les respondió:“¿He de renunciar a mi vino,que alegra a los dioses y a los hombres,para ir a mecerme sobre los árboles?”

14. »Por último, todos los árboles le dijeron al espino:“Reina sobre nosotros.”

Leer capítulo completo Jueces 9