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Jueces 8:7-23 Nueva Versión Internacional (NVI)

7. Gedeón contestó:—¡Está bien! Cuando el Señor haya entregado en mis manos a Zeba y a Zalmuna, les desgarraré a ustedes la carne con espinas y zarzas del desierto.

8. Desde allí subió a Peniel y les pidió lo mismo. Pero los de Peniel le dieron la misma respuesta que los hombres de Sucot.

9. Por eso les advirtió a los hombres de Peniel: «Cuando yo vuelva victorioso, derribaré esta torre.»

10. Zeba y Zalmuna estaban en Carcor con una fuerza de quince mil guerreros, que era todo lo que quedaba de los ejércitos del oriente, pues habían caído en batalla ciento veinte mil soldados.

11. Gedeón subió por la ruta de los nómadas, al este de Noba y Yogbea, y atacó al ejército cuando éste se creía seguro.

12. Huyeron Zeba y Zalmuna, los dos reyes de Madián, pero él los persiguió y los capturó, aterrorizando a todo el ejército.

13. Cuando Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla por el paso de Jeres,

14. capturó a un joven de Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le anotó los nombres de los setenta y siete jefes y ancianos de Sucot.

15. Luego Gedeón fue y les dijo a los hombres de Sucot: «Aquí están Zeba y Zalmuna, por causa de quienes se burlaron de mí al decir: “¿Acaso tienes ya en tu poder las manos de Zeba y Zalmuna? ¿Por qué tendríamos que darles pan a tus hombres que están agotados?”»

16. Se apoderó de los ancianos de la ciudad, tomó espinos y zarzas del desierto, y castigando con ellos a los hombres de Sucot les enseñó quién era él.

17. También derribó la torre de Peniel y mató a los hombres de la ciudad.

18. Entonces les preguntó a Zeba y a Zalmuna:—¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en Tabor?—Parecidos a ti —respondieron ellos—; cada uno de ellos tenía el aspecto de un príncipe.

19. —¡Eran mis hermanos —replicó Gedeón—, los hijos de mi propia madre! Tan cierto como que vive el Señor, si les hubieran perdonado la vida, yo no los mataría a ustedes.

20. Volviéndose a Jéter, su hijo mayor, le dijo:—¡Vamos, mátalos!Pero Jéter no sacó su espada, porque era apenas un muchacho y tenía miedo.

21. Zeba y Zalmuna dijeron:—Vamos, mátanos tú mismo. “¡Al hombre se le conoce por su valentía!”Gedeón se levantó y mató a Zeba y Zalmuna, y les quitó a sus camellos los adornos que llevaban en el cuello.

22. Entonces los israelitas le dijeron a Gedeón:—Gobierna sobre nosotros, y después de ti, tu hijo y tu nieto; porque nos has librado del poder de los madianitas.

23. Pero Gedeón les dijo:—Yo no los gobernaré, ni tampoco mi hijo. Sólo el Señor los gobernará.

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