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Jueces 8:17-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

17. También derribó la torre de Peniel y mató a los hombres de la ciudad.

18. Entonces les preguntó a Zeba y a Zalmuna:—¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en Tabor?—Parecidos a ti —respondieron ellos—; cada uno de ellos tenía el aspecto de un príncipe.

19. —¡Eran mis hermanos —replicó Gedeón—, los hijos de mi propia madre! Tan cierto como que vive el Señor, si les hubieran perdonado la vida, yo no los mataría a ustedes.

20. Volviéndose a Jéter, su hijo mayor, le dijo:—¡Vamos, mátalos!Pero Jéter no sacó su espada, porque era apenas un muchacho y tenía miedo.

21. Zeba y Zalmuna dijeron:—Vamos, mátanos tú mismo. “¡Al hombre se le conoce por su valentía!”Gedeón se levantó y mató a Zeba y Zalmuna, y les quitó a sus camellos los adornos que llevaban en el cuello.

22. Entonces los israelitas le dijeron a Gedeón:—Gobierna sobre nosotros, y después de ti, tu hijo y tu nieto; porque nos has librado del poder de los madianitas.

23. Pero Gedeón les dijo:—Yo no los gobernaré, ni tampoco mi hijo. Sólo el Señor los gobernará.

24. Pero tengo una petición —añadió—: que cada uno de ustedes me dé un anillo, de lo que les tocó del botín.Era costumbre de los ismaelitas usar anillos de oro.

25. —Con mucho gusto te los daremos —le contestaron.Así que tendieron una manta, y cada hombre echó en ella un anillo de su botín.

26. El peso de los anillos de oro que él les pidió llegó a diecinueve kilos, sin contar los adornos, los aros y los vestidos de púrpura que usaban los reyes madianitas, ni los collares que llevaban sus camellos.

27. Con el oro Gedeón hizo un efod, que puso en Ofra, su ciudad. Todo Israel se prostituyó al adorar allí el efod, el cual se convirtió en una trampa para Gedeón y su familia.

28. Los madianitas fueron sometidos delante de los israelitas, y no volvieron a levantar cabeza. Y durante cuarenta años, mientras vivió Gedeón, el país tuvo paz.

29. Yerubaal hijo de Joás regresó a vivir a su casa.

30. Tuvo setenta hijos, pues eran muchas sus esposas.

31. Su concubina que vivía en Siquén también le dio un hijo, a quien Gedeón llamó Abimélec.

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