23. pues habían subido a llorar en presencia del Señor hasta el anochecer, y le habían consultado:—¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos?Y el Señor les había contestado:—Suban contra ellos.
24. Fue así como los israelitas se acercaron a Benjamín el segundo día.
25. Los de Benjamín salieron de Guibeá para combatirlos, abatiendo esta vez a dieciocho mil israelitas más, todos ellos armados con espadas.
26. Entonces los israelitas, con todo el pueblo, subieron a Betel, y allí se sentaron y lloraron en presencia del Señor. Ayunaron aquel día hasta el anochecer y presentaron al Señorholocaustos y sacrificios de comunión.
27. Después consultaron al Señor, pues en aquel tiempo estaba allí el arca del pacto de Dios,
28. y Finés, hijo de Eleazar y nieto de Aarón, ministraba delante de ella. Preguntaron:—¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos, o nos retiramos?El Señor respondió:—Suban, porque mañana los entregaré en sus manos.
29. Israel tendió una emboscada alrededor de Guibeá.
30. Al tercer día subieron contra los de Benjamín y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá, como lo habían hecho antes.
31. Los de Benjamín salieron a su encuentro, y se vieron obligados a alejarse de la ciudad. Comenzaron a causar bajas entre los israelitas, como en las ocasiones anteriores, y alcanzaron a matar a unos treinta hombres en el campo abierto y por el camino que lleva a Betel, y también por el que lleva a Guibeá.
32. Los benjaminitas decían: «Los estamos derrotando como antes», pero los israelitas decían: «Huyamos, para que se alejen de la ciudad hasta los caminos.»
33. De pronto, los israelitas cambiaron de táctica y presentaron batalla en Baal Tamar, y los israelitas que estaban emboscados salieron a atacar al oeste de Guibeá.