Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jueces 15:7-18 Nueva Versión Internacional (NVI)

7. Pero Sansón les dijo: «Puesto que actuaron de esa manera, ¡no pararé hasta que me haya vengado de ustedes!»

8. Y los atacó tan furiosamente que causó entre ellos una tremenda masacre. Luego se fue a vivir a una cueva, que está en la peña de Etam.

9. Los filisteos subieron y acamparon en Judá, incursionando cerca de Lehí.

10. Los hombres de Judá preguntaron:—¿Por qué han venido a luchar contra nosotros?—Hemos venido a tomar prisionero a Sansón —les respondieron—, para hacerle lo mismo que nos hizo a nosotros.

11. Entonces tres mil hombres de Judá descendieron a la cueva en la peña de Etam y le dijeron a Sansón:—¿No te das cuenta de que los filisteos nos gobiernan? ¿Por qué nos haces esto?—Simplemente les he hecho lo que ellos me hicieron a mí —contestó él.

12. Ellos le dijeron:—Hemos venido a atarte, para entregarte en manos de los filisteos.—Júrenme que no me matarán ustedes mismos —dijo Sansón.

13. —De acuerdo —respondieron ellos—. Sólo te ataremos y te entregaremos en sus manos. No te mataremos.Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña.

14. Cuando se acercaba a Lehí, los filisteos salieron a su encuentro con gritos de victoria. En ese momento el Espíritu del Señor vino sobre él con poder, y las sogas que ataban sus brazos se volvieron como fibra de lino quemada, y las ataduras de sus manos se deshicieron.

15. Al encontrar una quijada de burro que todavía estaba fresca, la agarró y con ella mató a mil hombres.

16. Entonces dijo Sansón:«Con la quijada de un asnolos he amontonado.Con una quijada de asnohe matado a mil hombres.»

17. Cuando terminó de hablar, arrojó la quijada y llamó a aquel lugar Ramat Lehí.

18. Como tenía mucha sed, clamó al Señor: «Tú le has dado a tu siervo esta gran victoria. ¿Acaso voy ahora a morir de sed, y a caer en manos de los incircuncisos?»

Leer capítulo completo Jueces 15