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Jeremías 23:29-37 Nueva Versión Internacional (NVI)

29. ¿No es acaso mi palabra como fuego, y como martillo que pulveriza la roca? —afirma el Señor—.

30. »Por eso yo estoy contra los profetas que se roban mis palabras entre sí —afirma el Señor—.

31. Yo estoy contra los profetas que sueltan la lengua y hablan por hablar —afirma el Señor—.

32. Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones —afirma el Señor—. Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo inútiles para este pueblo —afirma el Señor—.

33. »Y si este pueblo, o algún profeta o sacerdote, te pregunta: “¿Qué mensaje tenemos del Señor?”, tú les responderás: “¿De qué mensaje hablan?” Yo los abandonaré —afirma el Señor—.

34. Y si un profeta o un sacerdote, o alguien del pueblo, dice: “Éste es el mensaje del Señor”, yo castigaré a ese hombre y a su casa.

35. Así deberán hablarse entre amigos y hermanos: “¿Qué ha respondido el Señor?”, o “¿Qué ha dicho el Señor?”

36. Pero no deberán mencionar más la frase “Mensaje del Señor”, porque el mensaje de cada uno será su propia palabra, ya que ustedes han distorsionado las palabras del Dios viviente, del SeñorTodopoderoso, nuestro Dios.

37. Así les dirás a los profetas: “¿Qué les ha respondido el Señor? ¿Qué les ha dicho?”

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