Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 64:4-12 Nueva Versión Internacional (NVI)

4. Fuera de ti, desde tiempos antiguosnadie ha escuchado ni percibido,ni ojo alguno ha visto,a un Dios que, como tú,actúe en favor de quienes en él confían.

5. Sales al encuentro de los que, alegres,practican la justicia y recuerdan tus caminos.Pero te enojas si persistimosen desviarnos de ellos.¿Cómo podremos ser salvos?

6. Todos somos como gente impura;todos nuestros actos de justiciason como trapos de inmundicia.Todos nos marchitamos como hojas:nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.

7. Nadie invoca tu nombre,ni se esfuerza por aferrarse a ti.Pues nos has dado la espalday nos has entregado en poder de nuestras iniquidades.

8. A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre;nosotros somos el barro, y tú el alfarero.Todos somos obra de tu mano.

9. No te enojes demasiado, Señor;no te acuerdes siempre de nuestras iniquidades.¡Considera, por favor,que todos somos tu pueblo!

10. Tus ciudades santas han quedado devastadas,y hasta Sión se ha vuelto un desierto;Jerusalén es una desolación.

11. Nuestro santo y glorioso templo,donde te alababan nuestros padres,ha sido devorado por el fuego.Ha quedado en ruinastodo lo que más queríamos.

12. Ante todo esto, Señor, ¿no vas a hacer nada?¿Vas a guardar silencio y afligirnos sin medida?

Leer capítulo completo Isaías 64