18. Reflexionen desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno, día en que se colocaron los cimientos de la casa del Señor. Reflexionen:
19. ¿Queda todavía alguna semilla en el granero? ¿Todavía no producen nada la vid ni la higuera, ni el granado ni el olivo? ¡Pues a partir de hoy yo los bendeciré!»
20. El día veinticuatro del mismo mes vino por segunda vez palabra del Señor a Hageo:
21. «Di a Zorobabel, gobernante de Judá: “Yo estoy por estremecer los cielos y la tierra.
22. Volcaré los tronos reales y haré pedazos el poderío de los reinos del mundo. Volcaré los carros con sus conductores, y caerán caballos y jinetes, y éstos se matarán a espada unos a otros.
23. En aquel día —afirma el SeñorTodopoderoso— te tomaré a ti, mi siervo Zorobabel hijo de Salatiel —afirma el Señor—, y te haré semejante a un anillo de sellar, porque yo te he elegido”, afirma el Señor Todopoderoso.»