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Génesis 43:21-34 Nueva Versión Internacional (NVI)

21. pero a nuestro regreso, cuando acampamos para pasar la noche, descubrimos que en cada una de nuestras bolsas estaba el dinero que habíamos pagado. ¡Pero lo hemos traído para devolverlo!

22. También hemos traído más dinero para comprar alimento. ¡No sabemos quién pudo haber puesto el dinero de vuelta en nuestras bolsas!

23. —Está bien, no tengan miedo —contestó aquel hombre—. El Dios de ustedes y de su padre habrá puesto ese tesoro en sus bolsas. A mí me consta que recibí el dinero que ustedes pagaron.El mayordomo les llevó a Simeón,

24. y a todos los hizo pasar a la casa de José. Allí les dio agua para que se lavaran los pies, y les dio de comer a sus asnos.

25. Ellos, por su parte, prepararon los regalos, mientras esperaban que José llegara al mediodía, pues habían oído que comerían allí.

26. Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que le habían llevado, y rostro en tierra se postraron ante él.

27. José les preguntó cómo estaban, y añadió:—¿Cómo está su padre, el anciano del cual me hablaron? ¿Vive todavía?

28. —Nuestro padre, su siervo, se encuentra bien, y todavía vive —respondieron ellos.Y en seguida le hicieron una reverencia para honrarlo.

29. José miró a su alrededor y, al ver a Benjamín, su hermano de padre y madre, les preguntó:—¿Es éste su hermano menor, del cual me habían hablado? ¡Que Dios te guarde, hijo mío!

30. Conmovido por la presencia de su hermano, y no pudiendo contener el llanto, José salió de prisa. Entró en su habitación, y allí se echó a llorar desconsoladamente.

31. Después se lavó la cara y, ya más calmado, salió y ordenó: «¡Sirvan la comida!»

32. A José le sirvieron en un sector, a los hermanos en otro, y en otro más a los egipcios que comían con José. Los egipcios no comían con los hebreos porque, para los habitantes de Egipto, era una abominación.

33. Los hermanos de José estaban sentados frente a él, de mayor a menor, y unos a otros se miraban con asombro.

34. Las porciones les eran servidas desde la mesa de José, pero a Benjamín se le servían porciones mucho más grandes que a los demás. En compañía de José, todos bebieron y se alegraron.

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