29. Se llevaron todos sus bienes, y sus hijos y mujeres, y saquearon todo lo que encontraron en las casas.
30. Entonces Jacob les dijo a Simeón y Leví:—Me han provocado un problema muy serio. De ahora en adelante los cananeos y ferezeos, habitantes de este lugar, me van a odiar. Si ellos se unen contra mí y me atacan, me matarán a mí y a toda mi familia, pues cuento con muy pocos hombres.
31. Pero ellos replicaron:—¿Acaso podíamos dejar que él tratara a nuestra hermana como a una prostituta?