Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 33:9-19 Nueva Versión Internacional (NVI)

9. —Hermano mío —repuso Esaú—, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo que te pertenece.

10. —No, por favor —insistió Jacob—; si me he ganado tu confianza, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!

11. Acéptame el regalo que te he traído. Dios ha sido muy bueno conmigo, y tengo más de lo que necesito.Fue tanta la insistencia de Jacob que, finalmente, Esaú aceptó.

12. Más tarde, Esaú le dijo:—Sigamos nuestro viaje; yo te acompañaré.

13. Pero Jacob se disculpó:—Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño.

14. Es mejor que mi señor se adelante a su siervo, que yo seguiré al paso de la manada y de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.

15. —Está bien —accedió Esaú—, pero permíteme dejarte algunos de mis hombres para que te acompañen.—¿Para qué te vas a molestar? —contestó Jacob—. Lo importante es que me he ganado tu confianza.

16. Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.

17. Jacob, en cambio, se fue hacia Sucot, y allí se hizo una casa para él y cobertizos para su ganado. Por eso a ese lugar se le llamó Sucot.

18. Cuando Jacob volvió de Padán Aram, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en Canaán, y acampó frente a ella.

19. Luego, por cien monedas de plata les compró una parcela a los hijos de Jamor, el padre de Siquén, y allí instaló su carpa.

Leer capítulo completo Génesis 33