Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 33:6-18 Nueva Versión Internacional (NVI)

6. Las esclavas y sus hijos se acercaron y se inclinaron ante Esaú.

7. Luego, Lea y sus hijos hicieron lo mismo y, por último, también se inclinaron José y Raquel.

8. —¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? —preguntó Esaú.—Intentaba con ellas ganarme tu confianza —contestó Jacob.

9. —Hermano mío —repuso Esaú—, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo que te pertenece.

10. —No, por favor —insistió Jacob—; si me he ganado tu confianza, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!

11. Acéptame el regalo que te he traído. Dios ha sido muy bueno conmigo, y tengo más de lo que necesito.Fue tanta la insistencia de Jacob que, finalmente, Esaú aceptó.

12. Más tarde, Esaú le dijo:—Sigamos nuestro viaje; yo te acompañaré.

13. Pero Jacob se disculpó:—Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño.

14. Es mejor que mi señor se adelante a su siervo, que yo seguiré al paso de la manada y de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.

15. —Está bien —accedió Esaú—, pero permíteme dejarte algunos de mis hombres para que te acompañen.—¿Para qué te vas a molestar? —contestó Jacob—. Lo importante es que me he ganado tu confianza.

16. Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.

17. Jacob, en cambio, se fue hacia Sucot, y allí se hizo una casa para él y cobertizos para su ganado. Por eso a ese lugar se le llamó Sucot.

18. Cuando Jacob volvió de Padán Aram, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en Canaán, y acampó frente a ella.

Leer capítulo completo Génesis 33