14. Raquel y Lea le respondieron:—Ya no tenemos ninguna parte ni herencia en la casa de nuestro padre.
15. Al contrario, nos ha tratado como si fuéramos extranjeras. Nos ha vendido, y se ha gastado todo lo que recibió por nosotras.
16. Lo cierto es que toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Por eso, haz ahora todo lo que Dios te ha ordenado.
17. Entonces Jacob se preparó y montó a sus hijos y a sus esposas en los camellos,