Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 26:23-35 Nueva Versión Internacional (NVI)

23. De allí Isaac se dirigió a Berseba.

24. Esa noche se le apareció el Señor, y le dijo:«Yo soy el Dios de tu padre Abraham.No temas, que yo estoy contigo.Por amor a mi siervo Abraham,te bendeciré y multiplicaré tu descendencia.»

25. Allí Isaac construyó un altar e invocó el nombre del Señor. Acampó en ese lugar, y sus siervos cavaron un pozo.

26. Cierto día, Abimélec fue a ver a Isaac desde Guerar. Llegó acompañado de su consejero Ajuzat, y de Ficol, el jefe de su ejército.

27. Isaac les preguntó:—Si tanto me odian, que hasta me echaron de su tierra, ¿para qué vienen a verme?

28. —Nos hemos dado cuenta de que el Señor está contigo —respondieron—. Hemos pensado que tú y nosotros debiéramos hacer un pacto, respaldado por un juramento. Ese pacto será el siguiente:

29. Tú no nos harás ningún daño, ya que nosotros no te hemos perjudicado, sino que te hemos tratado bien y te hemos dejado ir en paz. ¡Ahora el bendecido del Señor eres tú!

30. Isaac les preparó un banquete, y comieron y bebieron.

31. A la mañana siguiente se levantaron muy temprano, e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidió, y ellos se fueron en calidad de amigos.

32. Aquel mismo día, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que habían cavado, y le dijeron:—¡Hemos encontrado agua!

33. Isaac llamó a ese pozo Juramento. Por eso la ciudad se llama Berseba hasta el día de hoy.

34. Esaú tenía cuarenta años de edad cuando se casó con Judit hija de Beerí, el hitita. También se casó con Basemat, hija de un hitita llamado Elón.

35. Estas dos mujeres les causaron mucha amargura a Isaac y a Rebeca.

Leer capítulo completo Génesis 26