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Ezequiel 36:13-28 Nueva Versión Internacional (NVI)

13. »”Así dice el Señor omnipotente: Por cuanto te han dicho que tú devoras a los hombres y dejas sin hijos a tu propio pueblo,

14. el Señor omnipotente afirma: Ya no devorarás más hombres, ni dejarás sin hijos a tu pueblo.

15. Nunca más te haré oír el ultraje de las naciones; no tendrás que volver a soportar los insultos de los pueblos, ni serás causa de tropiezo para tu nación. Lo afirma el Señor omnipotente.”»

16. El Señor me dirigió otra vez la palabra:

17. «Hijo de hombre, cuando los israelitas habitaban en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y sus acciones. Su conducta ante mí era semejante a la impureza de una mujer en sus días de menstruación.

18. Por eso, por haber derramado tanta sangre sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos, desaté mi furor contra ellos.

19. Los dispersé entre las naciones, y quedaron esparcidos entre diversos pueblos. Los juzgué según su conducta y sus acciones.

20. Pero al llegar a las distintas naciones, ellos profanaban mi santo nombre, pues se decía de ellos: “Son el pueblo del Señor, pero han tenido que abandonar su tierra.”

21. Así que tuve que defender mi santo nombre, el cual los israelitas profanaban entre las naciones por donde iban.

22. »Por eso, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Voy a actuar, pero no por ustedes sino por causa de mi santo nombre, que ustedes han profanado entre las naciones por donde han ido.

23. Daré a conocer la grandeza de mi santo nombre, el cual ha sido profanado entre las naciones, el mismo que ustedes han profanado entre ellas. Cuando dé a conocer mi santidad entre ustedes, las naciones sabrán que yo soy el Señor. Lo afirma el Señor omnipotente.

24. Los sacaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los pueblos, y los haré regresar a su propia tierra.

25. Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías.

26. Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.

27. Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes.

28. Vivirán en la tierra que les di a sus antepasados, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.

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