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Ezequiel 32:14-23 Nueva Versión Internacional (NVI)

14. Entonces dejaré que las aguas se asienten y que corran tranquilas, como el aceite. Lo afirma el Señor omnipotente.

15. Cuando convierta en desolación la tierra de Egipto, y la despoje de todo lo que hay en ella, y hiera a todos lo que la habitan, entonces sabrán que yo soy el Señor.’”

16. »Éste es el lamento que las ciudades de las naciones entonarán sobre Egipto y toda su multitud. Lo afirma el Señor omnipotente.»

17. En el día quince del mes duodécimo del año duodécimo, el Señor me dirigió la palabra:

18. «Hijo de hombre, entona un lamento sobre las multitudes de Egipto, y junto con las ciudades de las naciones más poderosas hazlas descender con los que bajan a la fosa, a las regiones más profundas.

19. Pregúntales: “¿Se creen acaso más privilegiados que otros? Pues bajen y tiéndanse entre los paganos!”

20. Y caerán entre los que murieron a filo de espada. Ya tienen la espada en la mano: ¡que se arrastre a Egipto y a sus multitudes!

21. En medio del abismo, los guerreros más fuertes y valientes hablarán de Egipto y de sus aliados. Y dirán: “¡Ya han descendido a la fosa! ¡Yacen tendidos entre los paganos que murieron a filo de espada!”

22. »Allí está Asiria, con toda su multitud en torno a su sepulcro. Todos ellos murieron a filo de espada.

23. Todos los que sembraban el terror en la tierra de los vivientes yacen muertos, víctimas de la espada. Ahora están sepultados en lo más profundo de la fosa, ¡tendidos alrededor de su tumba!

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