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Ezequiel 21:15-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

15. para que el corazón desfallezcay aumente el número de víctimas.Ya he colocado en las puertasla espada asesina.Es la espada bruñida para centelleary afilada para matar.

16. Muévete a diestra y a siniestra,y hiere por todas partes.¡Exhibe tu filo, espada asesina!

17. También yo batiré palmasy aplacaré mi furor.Yo, el Señor, lo he dicho.”»

18. El Señor me dirigió la palabra:

19. «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue por ellos la espada del rey de Babilonia. Estos dos caminos partirán del mismo país, y a la entrada de cada uno de ellos colocarás una señal que indique a qué ciudad conduce.

20. Traza un camino para que la espada llegue contra Rabá de los amonitas y contra Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá.

21. El rey de Babilonia se ha colocado en la bifurcación del camino y consulta los augurios: sacude las saetas, consulta los ídolos domésticos y examina el hígado de un animal.

22. Con su mano derecha ha marcado el destino de Jerusalén: prepara arietes para derribar las puertas, levanta terraplenes y edifica torres de asedio; alza la voz en grito de batalla y da la orden para la matanza.

23. Por las alianzas ya hechas, los habitantes de Jerusalén creerán que se trata de una falsa profecía; pero aquel rey les recordará la iniquidad por la que serán capturados.

24. »Por eso dice el Señor omnipotente:»Se les ha recordado su iniquidad,y han quedado al descubierto sus rebeliones;expuestas están sus acciones pecaminosas,¡y por tanto serán capturados!

25. »Y en cuanto a ti, príncipe de Israel, infame y malvado, tu día ha llegado; ¡la hora de tu castigo es inminente!

26. Así dice el Señor omnipotente: Quítate el turbante, renuncia a la corona, que todo cambiará. Lo humilde será exaltado y lo excelso será humillado.

27. ¡Ruinas, ruinas, todo lo convertiré en ruinas! Esto no sucederá hasta que venga aquel a quien le asiste el derecho, y a quien le pediré que establezca la justicia.

28. »Y tú, hijo de hombre, profetiza y declara que esto afirma el Señor omnipotente acerca de los amonitas y de sus insultos: “La espada, la espada está desenvainada para la masacre; pulida está para devorar y centellear como relámpago.

29. La espada degollará a esos infames malvados, pues sus visiones son falsas y sus adivinanzas, mentiras. Pero su día ha llegado; ¡la hora de su castigo es inminente!

30. »”¡Espada, vuelve a tu vaina! Allí, en tu tierra de origen, donde fuiste forjada, ¡allí te juzgaré!

31. Sobre ti derramaré mi ira, sobre ti soplaré el fuego de mi furor; te entregaré en manos de gente sanguinaria y destructora.

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