Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 16:12-24 Nueva Versión Internacional (NVI)

12. aretes, un anillo en la nariz y una hermosa corona en la cabeza.

13. Quedaste adornada de oro y plata, vestida de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con el mejor trigo, y con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa; ¡te sobraban cualidades para ser reina!

14. Tan perfecta era tu belleza que tu fama se extendió por todas las naciones, pues yo te adorné con mi esplendor. Lo afirma el Señor omnipotente.

15. »”Sin embargo, confiaste en tu belleza y, valiéndote de tu fama, te prostituiste. ¡Sin ningún pudor te entregaste a cualquiera que pasaba!

16. Con tus mismos vestidos te hiciste aposentos idolátricos de vistosos colores, y allí te prostituiste. ¡Algo nunca visto!

17. Con las joyas de oro y plata que yo te había obsequiado, hiciste imágenes masculinas, y con ellas te prostituiste ofreciéndoles culto.

18. Les pusiste tus vestidos bordados, y les ofreciste mi aceite y mi perfume.

19. Como ofrenda de olor fragante les presentaste el alimento que yo te había dado: el mejor trigo, el aceite de oliva y la miel. Lo afirma el Señor omnipotente.

20. »”Tomaste también a los hijos y a las hijas que tuviste conmigo y los sacrificaste como alimento a esas imágenes. ¡No te bastaron tus prostituciones!

21. Inmolaste a mis hijos y los pasaste por fuego como ofrenda en honor de esos ídolos.

22. En todas tus repugnantes prácticas y prostituciones no te acordaste de los días de tu infancia, cuando estabas completamente desnuda y te revolcabas en tu propia sangre.

23. »”¡Ay de ti, ay de ti! —afirma el Señor omnipotente—. Para colmo de tus perversidades,

24. construiste prostíbulos en cada plaza.

Leer capítulo completo Ezequiel 16