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Esdras 10:2-15 Nueva Versión Internacional (NVI)

2. Entonces uno de los descendientes de Elam, que se llamaba Secanías hijo de Jehiel, se dirigió a Esdras y le dijo: «Nosotros hemos sido infieles a nuestro Dios, pues tomamos por esposas a mujeres de los pueblos vecinos; pero todavía hay esperanza para Israel.

3. Hagamos un pacto con nuestro Dios, comprometiéndonos a expulsar a todas estas mujeres y a sus hijos, conforme al consejo que nos has dado tú, y todos los que aman el mandamiento de Dios. ¡Que todo se haga de acuerdo con la ley!

4. Levántate, pues ésta es tu responsabilidad; nosotros te apoyamos. ¡Cobra ánimo y pon manos a la obra!»

5. Al oír esto, Esdras se levantó e hizo que los jefes de los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo de Israel se comprometieran, bajo juramento, a cumplir con lo que habían dicho; y ellos lo juraron.

6. Luego Esdras salió del templo de Dios y fue a la habitación de Johanán hijo de Eliasib. Allí se quedó sin comer pan ni beber agua, porque estaba muy deprimido por causa de la infidelidad de los repatriados.

7. Posteriormente anunciaron en Judá y Jerusalén que todos los que habían regresado del cautiverio debían reunirse en Jerusalén.

8. Y advirtieron que a todo el que no se presentara en el plazo de tres días, según la decisión de los jefes y dirigentes, se le quitarían sus propiedades y se le expulsaría de la asamblea de los repatriados.

9. Por lo tanto, a los tres días, en el día veinte del mes noveno, se reunieron en Jerusalén todos los hombres de Judá y de Benjamín. Todo el pueblo se sentó en la plaza del templo de Dios, temblando por causa de ese asunto e intimidados por el aguacero que caía.

10. Entonces el sacerdote Esdras se puso en pie y les dijo:—Ustedes han sido infieles y han aumentado la culpa de Israel, pues han contraído matrimonio con mujeres extranjeras.

11. Ahora, pues, confiesen su pecado al Señor, Dios de nuestros antepasados, y hagan lo que a él le agrada. Sepárense de los paganos y de las mujeres extranjeras.

12. Toda la asamblea contestó en alta voz:—Haremos todo lo que nos has dicho.

13. Pero no podemos quedarnos a la intemperie; estamos en época de lluvias y esto no es asunto de uno o dos días, pues somos muchos los que hemos cometido este pecado.

14. Proponemos que se queden sólo los jefes del pueblo, y que todos los que viven en nuestras ciudades y se han casado con mujeres extranjeras se presenten en fechas determinadas, junto con los dirigentes y jueces de cada ciudad, hasta que se aparte de nosotros la terrible ira de nuestro Dios por causa de esta infidelidad.

15. Sólo se opusieron Jonatán hijo de Asael y Jahazías hijo de Ticvá, apoyados por los levitas Mesulán y Sabetay.

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