Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 28:60-68 Nueva Versión Internacional (NVI)

60. Todas las plagas de Egipto, que tanto horror te causaron, vendrán sobre ti y no te darán respiro.

61. »El Señor también te enviará, hasta exterminarte, toda clase de enfermedades y desastres no registrados en este libro de la ley.

62. Y tú, que como pueblo fuiste tan numeroso como las estrellas del cielo, quedarás reducido a unos cuantos por no haber obedecido al Señor tu Dios.

63. Así como al Señor le agradó multiplicarte y hacerte prosperar, también le agradará arruinarte y destruirte. ¡Serás arrancado de raíz, de la misma tierra que ahora vas a poseer!

64. »El Señor te dispersará entre todas las naciones, de uno al otro extremo de la tierra. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra, que ni tú ni tus antepasados conocieron.

65. En esas naciones no hallarás paz ni descanso. El Señor mantendrá angustiado tu corazón; tus ojos se cansarán de anhelar, y tu corazón perderá toda esperanza.

66. Noche y día vivirás en constante zozobra, lleno de terror y nunca seguro de tu vida.

67. Debido a las visiones que tendrás y al terror que se apoderará de ti, dirás en la mañana: “¡Si tan sólo fuera de noche!”, y en la noche: “¡Si tan sólo fuera de día!”

68. Y aunque el Señor te prometió que jamás volverías por el camino de Egipto, te hará volver en barcos. Allá te ofrecerás a tus enemigos como esclavo, y no habrá nadie que quiera comprarte.»

Leer capítulo completo Deuteronomio 28