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Deuteronomio 2:12-29 Nueva Versión Internacional (NVI)

12. Antiguamente los horeos vivieron en Seír, pero los descendientes de Esaú los desalojaron, los destruyeron y se establecieron en su lugar, tal como lo hará Israel en la tierra que el Señor le va a dar en posesión.

13. «El Señor ordenó: “¡En marcha! ¡Crucen el arroyo Zéred!” Y así lo hicimos.

14. Habían pasado treinta y ocho años desde que salimos de Cades Barnea hasta que cruzamos el arroyo Zéred. Para entonces ya había desaparecido del campamento toda la generación de guerreros, tal como el Señor lo había jurado.

15. El Señor atacó el campamento hasta que los eliminó por completo.

16. »Cuando ya no quedaba entre el pueblo ninguno de aquellos guerreros,

17. el Señor me dijo:

18. “Hoy van a cruzar la frontera de Moab por la ciudad de Ar.

19. Cuando lleguen a la frontera de los amonitas, no los ataquen ni los provoquen a la guerra, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio. Esa tierra se la he dado por herencia a los descendientes de Lot.”

20. Hace mucho tiempo, a esta región se le consideró tierra de gigantes, porque antiguamente ellos vivían allí. Los amonitas los llamaban zamzumitas.

21. Eran fuertes y numerosos, y tan altos como los anaquitas, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, quienes luego de desalojarlos se establecieron en su lugar.

22. Lo mismo hizo el Señor en favor de los descendientes de Esaú, que vivían en Seír, cuando por medio de ellos destruyó a los horeos. A éstos los desalojó para que los descendientes de Esaú se establecieran en su lugar, y hasta el día de hoy residen allí.

23. Y en cuanto a los aveos que vivían en las aldeas cercanas a Gaza, los caftoritas procedentes de Creta los destruyeron y se establecieron en su lugar.

24. »Después nos dijo el Señor: “Emprendan de nuevo el viaje y crucen el arroyo Arnón. Yo les entrego a Sijón el amorreo, rey de Hesbón, y su tierra. Láncense a la conquista. Declárenle la guerra.

25. Hoy mismo comenzaré a infundir entre todas las naciones que hay debajo del cielo terror y espanto hacia ustedes. Cuando ellas escuchen hablar de ustedes, temblarán y se llenarán de pánico.”

26. »Desde el desierto de Cademot envié mensajeros a Sijón, rey de Hesbón, con esta oferta de paz:

27. “Déjanos pasar por tu país; nos mantendremos en el camino principal, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda.

28. Te pagaremos todo el alimento y toda el agua que consumamos. Sólo permítenos pasar,

29. tal como nos lo permitieron los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas, que viven en Ar. Necesitamos cruzar el Jordán para entrar en la tierra que nos da el Señor nuestro Dios.”

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