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Deuteronomio 2:1-11 Nueva Versión Internacional (NVI)

1. »En seguida nos dirigimos hacia el desierto por la ruta del Mar Rojo, como el Señor me lo había ordenado. Nos llevó mucho tiempo rodear la región montañosa de Seír.

2. Entonces el Señor me dijo:

3. “Dejen ya de andar rondando por estas montañas, y diríjanse al norte.

4. Dale estas órdenes al pueblo: ‘Pronto pasarán ustedes por el territorio de sus hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Aunque ellos les tienen miedo a ustedes, tengan mucho cuidado;

5. no peleen con ellos, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio, ni siquiera el lugar donde ustedes planten el pie. A Esaú le he dado por herencia la región montañosa de Seír.

6. Páguenles todo el alimento y el agua que ustedes consuman.’”

7. »Bien saben que el Señor su Dios los ha bendecido en todo lo que han emprendido, y los ha cuidado por todo este inmenso desierto. Durante estos cuarenta años, el Señor su Dios ha estado con ustedes y no les ha faltado nada.

8. »Así que bordeamos el territorio de nuestros hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Seguimos la ruta del Arabá, que viene desde Elat y Ezión Guéber. Luego dimos vuelta y viajamos por la ruta del desierto de Moab.

9. »El Señor también me dijo: “No ataquen a los moabitas, ni los provoquen a la guerra, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio. A los descendientes de Lot les he dado por herencia la región de Ar.”»

10. Tiempo atrás vivió allí un pueblo fuerte y numeroso, el de los emitas, que eran tan altos como los anaquitas.

11. Tanto a ellos como a los anaquitas se les consideraba gigantes, pero los moabitas los llamaban emitas.

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