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2 Samuel 15:21-33 Nueva Versión Internacional (NVI)

21. Pero Itay le respondió al rey:—¡Tan cierto como que el Señor y Su Majestad viven, juro que, para vida o para muerte, iré adondequiera que usted vaya!

22. —Está bien —contestó el rey—, ven con nosotros.Así que Itay el guitita marchó con todos los hombres de David y con las familias que lo acompañaban.

23. Todo el pueblo lloraba a gritos mientras David pasaba con su gente, y cuando el rey cruzó el arroyo de Cedrón, toda la gente comenzó la marcha hacia el desierto.

24. Entre ellos se encontraba también Sadoc, con los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios. Éstos hicieron descansar el arca en el suelo, y Abiatar ofreció sacrificios hasta que toda la gente terminó de salir de la ciudad.

25. Luego le dijo el rey al sacerdote Sadoc:—Devuelve el arca de Dios a la ciudad. Si cuento con el favor del Señor, él hará que yo regrese y vuelva a ver el arca y el lugar donde él reside.

26. Pero si el Señor me hace saber que no le agrado, quedo a su merced y puede hacer conmigo lo que mejor le parezca.

27. También le dijo:—Como tú eres vidente, puedes volver tranquilo a la ciudad con Abiatar, y llevarte contigo a tu hijo Ajimaz y a Jonatán hijo de Abiatar.

28. Yo me quedaré en los llanos del desierto hasta que ustedes me informen de la situación.

29. Entonces Sadoc y Abiatar volvieron a Jerusalén con el arca de Dios, y allí se quedaron.

30. David, por su parte, subió al monte de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todos los que lo acompañaban se cubrieron la cabeza y subieron llorando.

31. En eso le informaron a David que Ajitofel se había unido a la conspiración de Absalón. Entonces David oró: «Señor, haz que fracasen los planes de Ajitofel.»

32. Cuando David llegó a la cumbre del monte, donde se rendía culto a Dios, se encontró con Husay el arquita, que en señal de duelo llevaba las vestiduras rasgadas y la cabeza cubierta de ceniza.

33. David le dijo:—Si vienes conmigo, vas a serme una carga.

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