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2 Reyes 6:19-30 Nueva Versión Internacional (NVI)

19. Luego Eliseo les dijo: «Ésta no es la ciudad adonde iban; han tomado un camino equivocado. Síganme, que yo los llevaré adonde está el hombre que buscan.» Pero los llevó a Samaria.

20. Después de entrar en la ciudad, Eliseo dijo: «Señor, ábreles los ojos, para que vean.» El Señor así lo hizo, y ellos se dieron cuenta de que estaban dentro de Samaria.

21. Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo:—¿Los mato, mi señor? ¿Los mato?

22. —No, no los mates —contestó Eliseo—. ¿Acaso los has capturado con tu espada y tu arco, para que los mates? Mejor sírveles comida y agua para que coman y beban, y que luego vuelvan a su rey.

23. Así que el rey de Israel les dio un tremendo banquete. Cuando terminaron de comer, los despidió, y ellos regresaron a su rey. Y las bandas de sirios no volvieron a invadir el territorio israelita.

24. Algún tiempo después, Ben Adad, rey de Siria, movilizó todo su ejército para ir a Samaria y sitiarla.

25. El sitio duró tanto tiempo que provocó un hambre terrible en la ciudad, a tal grado que una cabeza de asno llegó a costar ochenta monedas de plata, y un poco de algarroba, cinco.

26. Un día, mientras el rey recorría la muralla, una mujer le gritó:—¡Sálvenos, Su Majestad!

27. —Si el Señor no te salva —respondió el rey—, ¿de dónde voy a sacar yo comida para salvarte? ¿Del granero? ¿Del lagar?

28. ¿Qué te pasa?Ella se quejó:—Esta mujer me propuso que le entregara mi hijo para que nos lo comiéramos hoy, y que mañana nos comeríamos el de ella.

29. Pues bien, cocinamos a mi hijo y nos lo comimos, pero al día siguiente, cuando le pedí que entregara su hijo para que nos lo comiéramos, resulta que ya lo había escondido.

30. Al oír la queja de la mujer, el rey se rasgó las vestiduras. Luego reanudó su recorrido por la muralla, y la gente pudo ver que bajo su túnica real iba vestido de luto.

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