15. —Llámala —ordenó Eliseo.Guiezi la llamó, y ella se detuvo en la puerta.
16. Entonces Eliseo le prometió:—El año que viene, por esta fecha, estarás abrazando a un hijo.—¡No, mi señor, hombre de Dios! —exclamó ella—. No engañe usted a su servidora.
17. En efecto, la mujer quedó embarazada. Y al año siguiente, por esa misma fecha, dio a luz un hijo, tal como Eliseo se lo había dicho.
18. El niño creció, y un día salió a ver a su padre, que estaba con los segadores.
19. De pronto exclamó:—¡Ay, mi cabeza! ¡Me duele la cabeza!El padre le ordenó a un criado:—¡Llévaselo a su madre!
20. El criado lo cargó y se lo llevó a la madre, la cual lo tuvo en sus rodillas hasta el mediodía. A esa hora, el niño murió.
21. Entonces ella subió, lo puso en la cama del hombre de Dios y, cerrando la puerta, salió.
22. Después llamó a su esposo y le dijo:—Préstame un criado y una burra; en seguida vuelvo. Voy de prisa a ver al hombre de Dios.
23. —¿Para qué vas a verlo hoy? —le preguntó su esposo—. No es día de luna nueva ni sábado.—No importa —respondió ella.
24. Entonces hizo aparejar la burra y le ordenó al criado:—¡Anda, vamos! No te detengas hasta que te lo diga.