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2 Reyes 3:15-26 Nueva Versión Internacional (NVI)

15. En fin, ¡que me traigan un músico!Mientras el músico tañía el arpa, la mano del Señor vino sobre Eliseo,

16. y éste dijo:—Así dice el Señor: “Abran zanjas por todo este valle,

17. pues aunque no vean viento ni lluvia —dice el Señor—, este valle se llenará de agua, de modo que podrán beber ustedes y todos sus animales.”

18. Esto es poca cosa para el Señor, que además entregará a Moab en manos de ustedes.

19. De hecho, ustedes destruirán todas las ciudades fortificadas y las otras ciudades principales. Cortarán los mejores árboles, cegarán los manantiales y sembrarán de piedras los campos fértiles.

20. A la mañana siguiente, a la hora de la ofrenda, toda el área se inundó con el agua que venía de la región de Edom.

21. Ahora bien, cuando los moabitas se enteraron de que los reyes habían salido para atacarlos, movilizaron a todos los que podían servir en el ejército y tomaron posiciones en la frontera.

22. Al levantarse ellos por la mañana, el sol se reflejaba sobre el agua, y a los moabitas les pareció que estaba teñida en sangre.

23. «¡Es sangre de batalla! —exclamaron—. Esos reyes deben de haber peleado, y se han matado unos a otros. ¡Vamos, Moab, al saqueo!»

24. Cuando los moabitas llegaron al campamento de Israel, los israelitas les hicieron frente y los derrotaron. Aquéllos se dieron a la fuga, pero los israelitas los persiguieron y los aniquilaron,

25. y destruyeron sus ciudades. Cada uno tiró una piedra en los campos fértiles de Moab hasta llenarlos; además, cegaron los manantiales y cortaron los mejores árboles. Sólo Quir Jaréset quedó en pie, aunque los honderos la cercaron y también lograron conquistarla.

26. El rey de Moab, al ver que perdía la batalla, se llevó consigo a setecientos guerreros con el propósito de abrirse paso hasta donde estaba el rey de Edom, pero no logró pasar.

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