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2 Reyes 20:7-16 Nueva Versión Internacional (NVI)

7. Entonces Isaías dijo: «Preparen una pasta de higos.» Así lo hicieron; luego se la aplicaron al rey en la llaga, y se recuperó.

8. Ezequías le había preguntado al profeta:—¿Qué señal recibiré de que el Señor me sanará, y de que en tres días podré subir a su templo?

9. Isaías le contestó:—Ésta es la señal que te dará el Señor para confirmar lo que te ha prometido: la sombra ha avanzado diez gradas; ¿podrá retroceder diez?

10. —Es fácil que la sombra se alargue diez gradas —replicó Ezequías—, pero no que vuelva atrás.

11. Entonces el profeta Isaías invocó al Señor, y el Señor hizo que la sombra retrocediera diez gradas en la escala de Acaz.

12. En aquel tiempo Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, le envió cartas y un regalo a Ezequías, porque supo que había estado enfermo.

13. Ezequías se alegró al recibir esto, y les mostró a los mensajeros todos sus tesoros: la plata, el oro, las especias, el aceite fino, su arsenal y todo lo que había en ellos. No hubo nada en su palacio ni en todo su reino que Ezequías no les mostrara.

14. Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó:—¿Qué querían esos hombres? ¿De dónde vinieron?—De un país lejano —respondió Ezequías—. Vinieron a verme desde Babilonia.

15. —¿Y qué vieron en tu palacio? —preguntó el profeta.—Vieron todo lo que hay en él —contestó Ezequías—. No hay nada en mis tesoros que yo no les haya mostrado.

16. Entonces Isaías le dijo:—Oye la palabra del Señor:

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