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2 Reyes 18:25-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

25. ¿Acaso he venido a atacar y a destruir este lugar sin el apoyo del Señor? ¡Si fue él mismo quien me ordenó: “Marcha contra este país y destrúyelo!”

26. Eliaquín hijo de Jilquías, Sebna y Joa le dijeron al comandante en jefe:—Por favor, hábleles usted a sus siervos en arameo, ya que lo entendemos. No nos hable en hebreo, que el pueblo que está sobre el muro nos escucha.

27. Pero el comandante en jefe respondió:—¿Acaso mi señor me envió a decirles estas cosas sólo a ti y a tu señor, y no a los que están sentados en el muro? ¡Si tanto ellos como ustedes tendrán que comerse su excremento y beberse su orina!

28. Dicho esto, el comandante en jefe se puso de pie y a voz en cuello gritó en hebreo:—¡Oigan las palabras del gran rey, el rey de Asiria!

29. Así dice el rey: “No se dejen engañar por Ezequías. ¡Él no puede librarlos de mis manos!

30. No dejen que Ezequías los persuada a confiar en el Señor, diciendo: ‘Sin duda el Señor nos librará; ¡esta ciudad no caerá en manos del rey de Asiria!’”

31. »No le hagan caso a Ezequías. Así dice el rey de Asiria: “Hagan las paces conmigo, y ríndanse. De este modo cada uno podrá comer de su vid y de su higuera, y beber agua de su propio pozo,

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