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2 Crónicas 2:5-16 Nueva Versión Internacional (NVI)

5. »Voy a edificar un templo majestuoso, pues nuestro Dios es el más grande de todos los dioses.

6. Pero, ¿cómo edificarle un templo, si ni los cielos más altos pueden contenerlo? ¿Y quién soy yo para construirle un templo, aunque sólo sea para quemar incienso para él?

7. »Envíame un experto para trabajar el oro y la plata, el bronce y el hierro, el carmesí, la escarlata y la púrpura, y que sepa hacer grabados, para que trabaje junto con los expertos que yo tengo en Judá y en Jerusalén, los cuales contrató mi padre David.

8. »Envíame también del Líbano madera de cedro, de ciprés y de sándalo, pues yo sé que tus obreros son expertos en cortar estos árboles. Mis obreros trabajarán con los tuyos

9. para prepararme mucha madera, porque el templo que voy a edificar será grande y maravilloso.

10. A tus siervos que corten la madera les daré veinte mil cargas de trigo, veinte mil cargas de cebada, veinte mil medidas de vino, y veinte mil medidas de aceite.»

11. En respuesta, Hiram, rey de Tiro, le envió a Salomón la siguiente carta:«El Señor te ha hecho rey de su pueblo, porque te ama.

12. ¡Alabado sea el Señor, Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, porque le ha dado al rey David un hijo sabio, dotado de sabiduría e inteligencia, el cual construirá un palacio real y un templo para el Señor!

13. »Te envío, pues, a Hiram Abí, hombre sabio e inteligente,

14. hijo de una mujer oriunda de Dan y de un nativo de Tiro. Sabe trabajar el oro y la plata, el bronce y el hierro, la piedra y la madera, el carmesí y la púrpura, el lino y la escarlata; también es experto en hacer toda clase de figuras y en realizar cualquier diseño que se le encargue. Hiram trabajará junto con tus expertos y con los de David, tu padre y mi señor.

15. »Envíanos ahora el trigo, la cebada, el aceite y el vino que tan bondadosamente me has prometido.

16. Nosotros cortaremos del Líbano la madera que necesites, y te la llevaremos por mar hasta Jope, en forma de balsas. De allí tú la llevarás a Jerusalén.»

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