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2 Crónicas 18:22-32 Nueva Versión Internacional (NVI)

22. Así que ahora el Señor ha puesto un espíritu mentiroso en la boca de estos profetas de Su Majestad. El Señor ha decretado para usted la calamidad.

23. Al oír esto, Sedequías hijo de Quenaná se levantó y le dio una bofetada a Micaías.—¿Por dónde se fue el espíritu del Señor cuando salió de mí para hablarte? —le preguntó.

24. Micaías contestó:—Lo sabrás el día en que andes de escondite en escondite.

25. Entonces el rey de Israel ordenó:—Tomen a Micaías, y llévenselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y a Joás, mi hijo.

26. Díganles que les ordeno echar en la cárcel a ese tipo, y no darle más que pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.

27. Micaías manifestó:—Si regresas sin contratiempos, el Señor no ha hablado por medio de mí. ¡Tomen nota todos ustedes de lo que estoy diciendo!

28. El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, marcharon juntos contra Ramot de Galaad.

29. Allí el rey de Israel le dijo a Josafat: «Yo entraré a la batalla disfrazado, pero tú te pondrás tus vestiduras reales.» Así que el rey de Israel se disfrazó y entró al combate.

30. Pero el rey de Siria les había ordenado a sus capitanes de los carros de combate: «No luchen contra nadie, grande o pequeño, salvo contra el rey de Israel.»

31. Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, pensaron: «Éste es el rey de Israel.» Así que se volvieron para atacarlo; pero Josafat gritó, y Dios el Señor lo ayudó, haciendo que se apartaran de él.

32. Entonces los capitanes de los carros vieron que no era el rey de Israel, y dejaron de perseguirlo.

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