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1 Samuel 25:30-41 Nueva Versión Internacional (NVI)

30. Así que, cuando el Señor le haya hecho todo el bien que le ha prometido, y lo haya establecido como jefe de Israel,

31. no tendrá usted que sufrir la pena y el remordimiento de haberse vengado por sí mismo, ni de haber derramado sangre inocente. Acuérdese usted de esta servidora suya cuando el Señor le haya dado prosperidad.

32. David le dijo entonces a Abigaíl:—¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro!

33. ¡Y bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos!

34. El Señor, Dios de Israel, me ha impedido hacerte mal; pero te digo que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, para mañana no le habría quedado vivo a Nabal ni uno solo de sus hombres. ¡Tan cierto como que el Señor vive!

35. Dicho esto, David aceptó lo que ella le había traído.—Vuelve tranquila a tu casa —añadió—. Como puedes ver, te he hecho caso: te concedo lo que me has pedido.

36. Cuando Abigaíl llegó a la casa, Nabal estaba dando un regio banquete. Se encontraba alegre y muy borracho, así que ella no le dijo nada hasta el día siguiente.

37. Por la mañana, cuando a Nabal ya se le había pasado la borrachera, su esposa le contó lo sucedido. Al oírlo, Nabal sufrió un ataque al corazón y quedó paralizado.

38. Unos diez días después, el Señor hirió a Nabal, y así murió.

39. Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia por la afrenta que recibí de Nabal! El Señor libró a este siervo suyo de hacer mal, pero hizo recaer sobre Nabal su propia maldad.»Entonces David envió un mensaje a Abigaíl, proponiéndole matrimonio.

40. Cuando los criados llegaron a Carmel, hablaron con Abigaíl y le dijeron:—David nos ha enviado para pedirle a usted que se case con él.

41. Ella se inclinó, y postrándose rostro en tierra dijo:—Soy la sierva de David, y estoy para servirle. Incluso estoy dispuesta a lavarles los pies a sus criados.

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