Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Samuel 1:9-22 Nueva Versión Internacional (NVI)

9. Una vez, estando en Siló, Ana se levantó después de la comida. Y a la vista del sacerdote Elí, que estaba sentado en su silla junto a la puerta del santuario del Señor,

10. con gran angustia comenzó a orar al Señor y a llorar desconsoladamente.

11. Entonces hizo este voto: «Señor Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya y, si en vez de olvidarme, te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida, y nunca se le cortará el cabello.»

12. Como Ana estuvo orando largo rato ante el Señor, Elí se fijó en su boca.

13. Sus labios se movían pero, debido a que Ana oraba en voz baja, no se podía oír su voz. Elí pensó que estaba borracha,

14. así que le dijo:—¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Deja ya el vino!

15. —No, mi señor; no he bebido ni vino ni cerveza. Soy sólo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor.

16. No me tome usted por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción.

17. —Vete en paz —respondió Elí—. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.

18. —Gracias. Ojalá favorezca usted siempre a esta sierva suya.Con esto, Ana se despidió y se fue a comer. Desde ese momento, su semblante cambió.

19. Al día siguiente madrugaron y, después de adorar al Señor, volvieron a su casa en Ramá. Luego Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella.

20. Ana concibió y, pasado un año, dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, pues dijo: «Al Señor se lo pedí.»

21. Cuando Elcaná salió con toda su familia para cumplir su promesa y ofrecer su sacrificio anual al Señor,

22. Ana no lo acompañó.—No iré hasta que el niño sea destetado —le explicó a su esposo—. Entonces lo llevaré para dedicarlo al Señor, y allí se quedará el resto de su vida.

Leer capítulo completo 1 Samuel 1