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1 Reyes 2:8-16 Nueva Versión Internacional (NVI)

8. »También encárgate de Simí hijo de Guerá, ese benjaminita de Bajurín que me lanzó terribles maldiciones cuando me dirigía a Majanayin. Es cierto que, cuando fue al Jordán a recibirme, le juré por el Señor que no lo condenaría a muerte.

9. Sin embargo, no tienes ya por qué perdonarle la vida. Tú eres inteligente, y sabrás qué hacer con él; aunque ya está viejo, hazlo sufrir una muerte sangrienta.»

10. David murió y fue sepultado en la ciudad que lleva su nombre.

11. Había reinado siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén, así que en total reinó en Israel cuarenta años.

12. Lo sucedió en el trono su hijo Salomón, y así se consolidó firmemente su reino.

13. Adonías hijo de Jaguit fue a ver a Betsabé, madre de Salomón, y Betsabé le preguntó:—¿Vienes en son de paz?—Sí —respondió él—;

14. tengo algo que comunicarle.—Habla —contestó ella.

15. —Como usted sabe —dijo Adonías—, el reino me pertenecía, y todos los israelitas esperaban que yo llegara a ser rey. Pero ahora el reino ha pasado a mi hermano, que lo ha recibido por voluntad del Señor.

16. Pues bien, tengo una petición que hacerle, y espero que me la conceda.—Continúa —dijo ella.

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