16. Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos?
17. Un buen árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos.
18. Un buen árbol no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos.
19. Por lo tanto, todo árbol que no produce frutos buenos se corta y se arroja al fuego.
20. Así es, de la misma manera que puedes identificar un árbol por su fruto, puedes identificar a la gente por sus acciones.
21. »No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
22. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”.
23. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.
24. »Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida.
25. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca.
26. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena.
27. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo».
28. Cuando Jesús terminó de decir esas cosas, las multitudes quedaron asombradas de su enseñanza,