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Mateo 21:20-35 Nueva Traducción Viviente (NTV)

20. Al ver eso los discípulos quedaron asombrados y le preguntaron:—¿Cómo se marchitó tan rápido la higuera?

21. Entonces Jesús les dijo:—Les digo la verdad, si tienen fe y no dudan, pueden hacer cosas como esa y mucho más. Hasta pueden decirle a esta montaña: “Levántate y échate al mar”, y sucederá.

22. Ustedes pueden orar por cualquier cosa, y si tienen fe la recibirán.

23. Cuando Jesús regresó al templo y comenzó a enseñar, se le acercaron los principales sacerdotes y los ancianos.—¿Con qué autoridad haces todas estas cosas? —le reclamaron—. ¿Quién te dio el derecho?

24. —Les diré con qué autoridad hago estas cosas si me contestan una pregunta —respondió Jesús—.

25. La autoridad de Juan para bautizar, ¿provenía del cielo o era meramente humana?Ellos discutieron el asunto unos con otros: «Si decimos que provenía del cielo, nos preguntará por qué no le creímos a Juan;

26. pero si decimos que era meramente humana, la multitud se volverá contra nosotros porque todos creen que Juan era un profeta».

27. Entonces finalmente contestaron:—No sabemos.Y Jesús respondió:—Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas.

28. »¿Pero qué piensan de lo siguiente? Un hombre con dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar al viñedo hoy”.

29. El hijo le respondió: “No, no iré”, pero más tarde cambió de idea y fue.

30. Entonces el padre le dijo al otro hijo: “Ve tú”, y él le dijo: “Sí, señor, iré”; pero no fue.

31. »¿Cuál de los dos obedeció al padre?Ellos contestaron:—El primero.Luego Jesús explicó el significado:—Les digo la verdad, los corruptos cobradores de impuestos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que ustedes.

32. Pues Juan el Bautista vino y les mostró a ustedes la manera correcta de vivir, pero ustedes no le creyeron, mientras que los cobradores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. Aun viendo lo que ocurría, ustedes se negaron a creerle y a arrepentirse de sus pecados.

33. »Ahora, escuchen otra historia. Cierto propietario plantó un viñedo, lo cercó con un muro, cavó un hoyo para extraer el jugo de las uvas y construyó una torre de vigilancia. Luego les alquiló el viñedo a unos agricultores arrendatarios y se mudó a otro país.

34. Llegado el tiempo de la cosecha de la uva, envió a sus siervos para recoger su parte de la cosecha.

35. Pero los agricultores agarraron a los siervos, golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a un tercero.

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