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Mateo 15:16-30 Nueva Traducción Viviente (NTV)

16. —¿Todavía no lo entienden? —preguntó Jesús—.

17. Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca,

18. pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina.

19. Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia.

20. Esas cosas son las que los contaminan. Comer sin lavarse las manos nunca los contaminará.

21. Luego Jesús salió de Galilea y se dirigió al norte, a la región de Tiro y Sidón.

22. Una mujer de los gentiles, que vivía allí, se le acercó y le rogó: «¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente».

23. Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya —dijeron—. Nos está molestando con sus súplicas».

24. Entonces Jesús le dijo a la mujer:—Fui enviado para ayudar solamente a las ovejas perdidas de Dios, el pueblo de Israel.

25. Ella se acercó y lo adoró, y le rogó una vez más:—¡Señor, ayúdame!

26. Jesús le respondió:—No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.

27. —Es verdad, Señor —respondió la mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.

28. —Apreciada mujer —le dijo Jesús—, tu fe es grande. Se te concede lo que pides.Y al instante la hija se sanó.

29. Jesús regresó al mar de Galilea, subió a una colina y se sentó.

30. Una inmensa multitud le llevó a personas cojas, ciegas, lisiadas, mudas y a muchas más. Las pusieron delante de Jesús y él las sanó a todas.

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