28. Entonces Pedro comenzó a hablar.—Nosotros hemos dejado todo para seguirte —dijo.
29. —Así es —respondió Jesús—, y les aseguro que todo el que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o bienes por mi causa y por la Buena Noticia
30. recibirá ahora a cambio cien veces más el número de casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y bienes, junto con persecución; y en el mundo que vendrá, esa persona tendrá la vida eterna.
31. Pero muchos que ahora son los más importantes en ese día serán los menos importantes, y aquellos que ahora parecen menos importantes en ese día serán los más importantes.
32. Subían rumbo a Jerusalén, y Jesús caminaba delante de ellos. Los discípulos estaban llenos de asombro y la gente que los seguía, abrumada de temor. Jesús tomó a los doce discípulos aparte y, una vez más, comenzó a describir todo lo que estaba por sucederle.
33. «Escuchen —les dijo—, subimos a Jerusalén, donde el Hijo del Hombre será traicionado y entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los romanos.
34. Se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán con un látigo y lo matarán; pero después de tres días, resucitará».
35. Entonces Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron y dijeron:—Maestro, queremos que nos hagas un favor.
36. —¿Cuál es la petición? —preguntó él.
37. Ellos contestaron:—Cuando te sientes en tu trono glorioso, nosotros queremos sentarnos en lugares de honor a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
38. Jesús les dijo:—¡No saben lo que piden! ¿Acaso pueden beber de la copa amarga de sufrimiento que yo estoy a punto de beber? ¿Acaso pueden ser bautizados con el bautismo de sufrimiento con el cual yo tengo que ser bautizado?
39. —Claro que sí —contestaron ellos—, ¡podemos!Entonces Jesús les dijo:—Es cierto, beberán de mi copa amarga y serán bautizados con mi bautismo de sufrimiento;
40. pero no me corresponde a mí decir quién se sentará a mi derecha o a mi izquierda. Dios preparó esos lugares para quienes él ha escogido.
41. Cuando los otros diez discípulos oyeron lo que Santiago y Juan habían pedido, se indignaron.
42. Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos.
43. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente,
44. y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás.