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Lucas 8:43-53 Nueva Traducción Viviente (NTV)

43. Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua y no encontraba ninguna cura.

44. Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo.

45. «¿Quién me tocó?», preguntó Jesús.Todos negaron, y Pedro dijo:—Maestro, la multitud entera se apretuja contra ti.

46. Pero Jesús dijo:—Alguien me tocó a propósito, porque yo sentí que salió poder sanador de mí.

47. Cuando la mujer se dio cuenta de que no podía permanecer oculta, comenzó a temblar y cayó de rodillas frente a Jesús. A oídos de toda la multitud, ella le explicó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.

48. «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».

49. Mientras él todavía hablaba con ella, llegó un mensajero de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga, y le dijo: «Tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro».

50. Cuando Jesús oyó lo que había sucedido, le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Solo ten fe, y ella será sanada».

51. Cuando llegaron a la casa, Jesús no dejó que nadie entrara con él excepto Pedro, Juan, Santiago, y el padre y la madre de la niña.

52. La casa estaba llena de personas que lloraban y se lamentaban, pero Jesús dijo: «¡Dejen de llorar! No está muerta; solo duerme».

53. La multitud se rió de él, porque todos sabían que había muerto.

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