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Lucas 23:21-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)

21. pero la multitud seguía gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».

22. Por tercera vez insistió Pilato: «¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? No encuentro ninguna razón para condenarlo a muerte. Lo haré azotar y luego lo soltaré».

23. Pero la turba gritó cada vez más fuerte, exigiendo que Jesús fuera crucificado, y sus voces prevalecieron.

24. Entonces Pilato sentenció a Jesús a muerte como la gente reclamaba.

25. Como habían pedido, puso en libertad a Barrabás, el que estaba preso por levantamiento y asesinato. Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran.

26. Cuando ellos se llevaban a Jesús, sucedió que un hombre llamado Simón, que era de Cirene, venía del campo. Los soldados lo agarraron, pusieron la cruz sobre él y lo obligaron a cargarla detrás de Jesús.

27. Una gran multitud lo seguía, incluidas muchas mujeres que lloraban desconsoladas.

28. Entonces Jesús se dio la vuelta y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.

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