6. Luego llegó Simón Pedro y entró en la tumba. Él también notó los lienzos de lino allí,
7. pero el lienzo que había cubierto la cabeza de Jesús estaba doblado y colocado aparte de las otras tiras.
8. Entonces el discípulo que había llegado primero a la tumba también entró y vio y creyó,
9. porque hasta ese momento aún no habían entendido las Escrituras que decían que Jesús tenía que resucitar de los muertos.
10. Después cada uno se fue a su casa.
11. María se encontraba llorando fuera de la tumba y, mientras lloraba, se agachó y miró adentro.
12. Vio a dos ángeles vestidos con vestiduras blancas, uno sentado a la cabecera y el otro a los pies, en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús.
13. —Apreciada mujer, ¿por qué lloras? —le preguntaron los ángeles.—Porque se han llevado a mi Señor —contestó ella—, y no sé dónde lo han puesto.
14. Dio la vuelta para irse y vio a alguien que estaba de pie allí. Era Jesús, pero ella no lo reconoció.
15. —Apreciada mujer, ¿por qué lloras? —le preguntó Jesús—. ¿A quién buscas?Ella pensó que era el jardinero y le dijo:—Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo puso, y yo iré a buscarlo.
16. —¡María! —dijo Jesús.Ella giró hacia él y exclamó:—¡Raboní! (que en hebreo significa “Maestro”).