Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 26:14-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)

14. Todos caímos al suelo y escuché una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es inútil que luches contra mi voluntad”.

15. »“¿Quién eres, señor?”, pregunté. Y el Señor contestó: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

16. Ahora, ¡levántate! Pues me aparecí ante ti para designarte como mi siervo y testigo. Deberás contarle al mundo lo que has visto y lo que te mostraré en el futuro.

17. Y yo te rescataré de tu propia gente y de los gentiles. Sí, te envío a los gentiles

18. para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”.

19. »Por lo tanto, rey Agripa, obedecí esa visión del cielo.

20. Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen.

21. Unos judíos me arrestaron en el templo por predicar esto y trataron de matarme;

22. pero Dios me ha protegido hasta este mismo momento para que yo pueda dar testimonio a todos, desde el menos importante hasta el más importante. Yo no enseño nada fuera de lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería:

23. que el Mesías sufriría y que sería el primero en resucitar de los muertos, y de esta forma anunciaría la luz de Dios tanto a judíos como a gentiles por igual».

24. De repente Festo gritó:—Pablo, estás loco. ¡Tanto estudio te ha llevado a la locura!

25. Pero Pablo respondió:—No estoy loco, excelentísimo Festo. Lo que digo es la pura verdad,

26. y el rey Agripa sabe de estas cosas. Yo hablo con atrevimiento porque estoy seguro de que todos estos acontecimientos le son familiares, ¡pues no se hicieron en un rincón!

Leer capítulo completo Hechos 26