21. »Pero el Señor me dijo: “¡Ve, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles!”».
22. La multitud escuchó hasta que Pablo dijo esta palabra. Entonces todos comenzaron a gritar: «¡Llévense a ese tipo! ¡No es digno de vivir!».
23. Gritaron, arrojaron sus abrigos y lanzaron puñados de polvo al aire.
24. El comandante llevó a Pablo adentro y ordenó que lo azotaran con látigos para hacerlo confesar su delito. Quería averiguar por qué la multitud se había enfurecido.