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Hechos 16:24-30 Nueva Traducción Viviente (NTV)

24. Así que el carcelero los puso en el calabozo de más adentro y les sujetó los pies en el cepo.

25. Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban.

26. De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas!

27. El carcelero se despertó y vio las puertas abiertas de par en par. Dio por sentado que los prisioneros se habían escapado, por lo que sacó su espada para matarse;

28. pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!».

29. El carcelero pidió una luz y corrió al calabozo y cayó temblando ante Pablo y Silas.

30. Después los sacó y les preguntó:—Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

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