6. »Ahora bien, supongamos que una joven hace un voto o se compromete a sí misma al hacer una promesa impulsiva y luego se casa.
7. Si su marido llega a saber de su voto o de su promesa y no se opone el día que se entera, sus votos y sus promesas siguen en pie.
8. Sin embargo, si su marido se niega a aceptar su voto o promesa impulsiva el día que se entera, sus compromisos quedarán anulados y el Señor la perdonará.
9. Pero si se trata de una viuda o de una divorciada, esta persona deberá cumplir con todos sus votos y todas sus promesas.
10. »Ahora bien, supongamos que una mujer está casada y vive en casa de su esposo cuando ella hace un voto o se compromete a sí misma con una promesa.
11. Si su marido se entera y no se opone, entonces su voto o su promesa sigue en pie.
12. Pero si su marido se niega a aceptarlo el día que se entera, entonces su voto o su promesa quedará anulado y el Señor la perdonará.
13. Su marido puede confirmar o anular todo voto o toda promesa que haya hecho para negarse a sí misma.
14. Pero si no se opone el día que se entera, esto significa que está de acuerdo con todos sus votos y todas sus promesas.
15. Si él espera más de un día y entonces intenta anular un voto o una promesa, él recibirá el castigo por la culpa de ella».
16. Estas son las ordenanzas que el Señor le dio a Moisés acerca de las relaciones entre el hombre y su esposa y entre el padre y su hija joven que todavía vive en su casa.